La jerarquía angelical es la
portadora del Fuego Cósmico del Universo (el "Poder de Dios"), como tal todos
los ángeles del más pequeño al más grande son seres de poder. No se les puede
acercar directamente sin arriesgar quemarse, ya que como soles irradian una gran
energía (de hecho, ellos son los portadores de la energía solar).
Para entrar en
relación directa con un ángel sin quemarse es necesario saber controlar el
fuego que representa el ángel. Por lo tanto se requiere primero trabajar sobre
uno mismo y dominar nuestros propios fuegos (los chakras, kundalini, etc) y sólo
entonces (y eso se da de una manera natural), la colaboración con los ángeles en
forma activa podrá llevarse a cabo.
El discípulo
que se encuentra en el camino de la evolución cósmica, poco a poco desarrolla y
aprende a controlar sus propios fuegos, o sea sus chakras y la inteligencia de
cada uno de sus chakras. Y a medida que avanza en su evolución, establecerá
comunicación con las jerarquías angelicales que están asociadas con cada uno de
esos chakras.
Los chakras
son 'tus fuegos' porque cada chakra es la manifestación correspondiente en tu
cuerpo de un ‘fuego’ del Universo o de un aspecto del Fuego Cósmico, bajo el
principio de "como es arriba, es abajo". Es por eso que tienes siete chakras
principales, porque cada uno de esos chakras está asociado con una de las siete
jerarquías de ángeles que dirigen y componen el Fuego Cósmico del
Universo
UTILIZACIÓN DE LA MAGIA
Aunque el discípulo aun no domine sus fuegos, existe una manera de hacer contacto directo sin quemarse. Por medio de la magia se protege creando un capullo, un aura que va funcionar como un filtro espeso y así el reflejo del ángel que llega hasta el discípulo esta reducido y no representa más un peligro.
Pero
también al final de la ceremonia hay que disipar todas las energías que se han
invocado, aunque se trate de las energías de un ángel.
¿Y por qué se requiere tal
acto?
Simplemente porque el discípulo no puede salir de su capullo protector, si no ha barrido las energías circundantes. De hacerlo sería inmediatamente quemado por los residuos, incluso si estos son sólo los residuos de la presencia del ángel. Es por eso que en la magia, siempre hay un momento de preparación, uno de protección, uno de invocación y uno de restitución de las fuerzas. Así el mago regresa a su nivel vibratorio sano y salvo.
Sin
embargo, incluso con la protección de la magia hay que avanzar con mucha
precaución. El discípulo debe solamente contactar e invocar a las jerarquías que
coinciden con la progresión de su kundalini, una progresión que a medida que su
desarrollo va aumentando, va también entrando en contacto con chakras
superiores.
Por
ejemplo: no debe llamar a la jerarquía arcangelical asociada con el chakra
coronario, como es posible con algunas invocaciones de la kabala mística
antigua. No a cualquiera puede permitírsele ya que corre muy graves peligros,
incluso usando la magia como protección. En cambio el discípulo puede muy bien
comenzar llamando a la jerarquía angelical asociada con la kundalini de la
Tierra, que es el fuego al interior de la tierra que está ocupado en la
procreación de la tierra ella misma y en su renovación. O sea los ángeles del
fuego, o si prefieren los espíritus del fuego. Estos el discípulo puede
perfectamente comenzar a invocarlos sin peligro, en la medida en que se hace
correctamente toda la preparación y la técnica que se necesita para
ello.
Lo que no
significa que todo el mundo tiene que pasar por este camino, pero hay personas
cuyo rayo necesita esta actividad (me imagino que principalmente a las personas regidas por
el rayo 7º asociado con la magia ceremonial) Otros, afortunadamente,
tienen otros medios y es mejor, ya que da menos preocupación al maestro y la
jerarquía, menos vigilancia a ejercer.
De todas
formas, cual sea el rayo del hombre y su determinación espiritual. A medida de
su evolución, puesto que su kundalini se eleva y sus fuegos se desplazan en los
chakras, su conciencia y poder aumentan. Y a medida que se da ese desarrollo, va
a entrar en comunicación directa con las jerarquías angelicales.
Es inevitable. Y es por eso que para algunos iniciados, para algunos adeptos que
han llegado a un perfecto y total desarrollo de su conciencia y de su poder,
parece que todo es posible. Desde materializar una rosa hasta curar los enfermos
terminales. Todo se vuelve posible, y no sólo por el poder del alma de la
persona involucrada, sino también a través de la comunicación y colaboración que
mantiene con las jerarquías que viven en el plano de conciencia sobre cual el
adepto se elevó.
Todos es
ósmosis, todos se interpenetra. Todo forma parte de una y misma vida, de un
solo y mismo movimiento, no hay separación.
Pastor (guía
espiritual, conferencia
07-10-88)
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