LAS ENERGÍAS CÓSMICAS RECIBIDAS POR LA TIERRA

Pregunta: Desde 1983, hemos recibido del cosmos energías muy fuertes, muy intensas, que parecen estar relacionadas con la transición a la Era de Acuario. ¿Considera que este período está terminado o por el contrario que se va acelerar en el futuro?

Hablan acerca de las energías recibidas recientemente, como si fuera un incremento de la oleada vibratoria que recibe la Tierra para hacer surgir un mundo nuevo, un hombre nuevo. Sin embargo, desde siempre las energías fluyen hacia la Tierra, y no solo las de los otros planetas, sino también las de las constelaciones y de los centros cardíacos del Universo que son las estrellas.

Lo que hace que en algún momento una de esas energías que proviene de otro planeta, estrella, constelación, incluso otra galaxia, lo que hace que ese rayo comience a actuar en la Tierra y no antes, es porque los Maestros que guían la evolución de la humanidad, quitan el filtro para dejar pasar el rayo. Es como una madre que para proteger a su pequeño hijo, pusiera un filtro para protegerlo de los rayos del sol. A medida que crece va quitando una capa del filtro, hasta que el niño sea capaz de recibir toda la intensidad del sol en su totalidad sin quemarse. Es lo mismo para la humanidad frente a las energías cósmicas.

¿Es cierto que una energía más fuerte, del tipo depuración, se vierte actualmente?

Si, e incluso es tripartita, puesto que la parte a despertar en el hombre es justamente una noción tripartita. Hay que juntar la mente a su físico y conectar el alma con su espíritu, para hacer un hombre diferente, que esté inspirado en todo momento.

No se trata de crear una nueva religión, eso ya lo he dicho. No habrá nuevas religiones, sino un nuevo estado de ser. La era de las religiones (la era de piscis) será concluida. La nueva espiritualidad no se basará en el fervor religioso, sino en la búsqueda de la realidad del Ser y del Cosmos. (ver ¿En dónde reaparecerá el Cristo?)

Es cierto que eso ya está sucediendo, pero el hombre nuevo no buscará pertenecer a una escuela, que sea esotérica o religiosa como lo hace ahora. Incluso la filosofía misma será rebasada y en su lugar habrá el verdadero conocimiento alquímico del mundo. Lo cual de cierta forma sigue siendo filosofar, pero será filosofar sobre las bases de las realidades cósmicas y no dialécticamente como se hace ahora.

¿Es que eso se genera por las energías vertidas?

Sí y no. Atención, hasta qué punto se debe interpretar. Si bien es cierto que todo puede ser dirigido por los astros, también es cierto que los astros NO dirigen todo. Si bien es cierto que las energías cósmicas puede crear de todo en la tierra: los ciclos, las revoluciones, las enfermedades, etc. También es cierto que el hombre NO está sometido a esas energías. Todo depende de su propia vibración, lo que influenciará que tanto se manifestará esa energía en el plano físico.

Así por ejemplo, si un país tiene una frecuencia vibratoria muy baja, y que llega a la Tierra la energía de un planeta cuya naturaleza es especialmente depuradora (ejemplo Plutón), entonces ese país será sacudido. Pero viertan la misma energía en otro país que ha superado la frecuencia vibratoria crítica y a ese no le pasará nada. (Lo detallo en ¿Puede la astrología adivinar el futuro?)

La estrella, la constelación, el Maestro, incluso Dios mismo son solo espejos y el hombre, el discípulo, cuando finalmente presta atención a la realidad, se ve a través de esos espejos cómo es realmente, su imagen le es reenviada y trabaja sobre ello. Es lo que hacen los planetas, los Maestros, los guías y todos los seres que de alguna manera ayudan al hombre a realizarse.

Si bien es cierto que esa energía de depuración fluye en la actualidad y de manera poderosa, tampoco hay que imaginar que es la mano de Dios que viene a castigar a la Tierra. ¡No! Al contrario, hay que imaginar esa poderosa energía como algo benéfico que por fin llega, y, por supuesto, va perturbar a la humanidad en todas sus viejas estructuras, de lo contrario no sería útil.

De hecho, todo depende del hombre, todo depende de hasta que profundidad están plantadas las raíces del hombre en el astral. Más el hombre estará sumergido en las vibraciones bajas del astral y más el impacto de esta energía va a ser violento y poderoso, precisamente porque el objetivo de esta energía es de limpiar el plano astral del planeta. No puede haber una nueva iniciación, sin antes haber una purificación del astral de los individuos, de las razas y del planeta. (ver el plano etérico se está intensificando)

Por lo tanto, ciertos planetas están ahí (porque tal es la característica de su vibración) para desarraigar del astral a aquellos que llevan demasiado tiempo anclados ahí. Una vez que el hombre es liberado de la consciencia astral, entonces puede elevarse hacia las esferas superiores. Es por eso que Jesús dijo: “Sea tan perfectos como vuestro Padre que está en los cielos.” (Mateo 5:48)

Si los hombres tratan de comportarse con dignidad, despojandose de las bajas pasiones, de los bajos sentimientos, ya no se crean raíces en el astral. Seguirán teniendo un cuerpo astral, por supuesto, pero que vibrará en el astral superior, en donde funcionará en conexión con la inspiración del espíritu. El cuerpo astral es una herramienta muy útil, para nada hay que imaginar que debe ser eliminado. Lo que se debe hacer es utilizarlo en su aspecto superior. (ver las siete divisiones del plano astral)

De todas maneras, el astral es un pasaje para la humanidad. Un Maestro elevado ya no tiene cuerpo astral, ya no tiene sensibilidad astral. Todo su ser se ha incorporado en el mundo divino. Todos sus cuerpos que son intermediarios entre la consciencia unida a la materia y la consciencia unida con su Sí Superior, son envolturas que desaparecen completamente una vez que el camino de desarrollo se ha recorrido. Todos estos cuerpos sutiles son transitorios, tanto como el cuerpo físico puede serlo, es por eso que deben ser purificados.

Todo lo que es eterno NO necesita someterse a una purificación, porque su naturaleza es pura luz. En cambio los cuerpos inferiores, como el cuerpo etérico, como el cuerpo astral, son perecederos y deben someterse a la purificación. Cuando hablo de purificación, quiero decir que deben estar en la misma frecuencia vibratoria que la realidad suprema que se encuentra adentro de ustedes.

Para regresar a esta energía depuradora que se vierte actualmente en la Tierra, no deben temerla porque hay energías más poderosas que ella. Ustedes ignoran el total de energías que puede existir en el sol. Les encanta el sol e ignoran a qué punto puede ser un instrumento peligroso, y no solo para la piel cuando se exponen demasiado tiempo para broncearse. Estoy hablo en un sentido espiritual.

Temen a ciertos planetas debido a su naturaleza, como ustedes dicen, maléfica, aunque más bien es iniciadora. Cuando el sol es al que más hay que temer, más que todos los planetas, porque es la energía suprema. Os lo digo, si quieren ser lógicos, teman sobre todo al sol. Y ¿qué decir entonces de las otras constelaciones? No van a dejar de temblar, porque contrario a los planetas, su acción es constante.

En realidad, lo que se necesita es liberar al ser humano de todos sus miedos. Cierto, debe saber lo que es peligroso, lo que es arriesgado, lo que implica un cierto desafío. Pero NO debe tener miedo.

Si tiene miedo de algo es porque está deficiente con respecto a ese algo. Cuando alguien domina perfectamente una disciplina, no tiene miedo de encontrarse con el examinador, tiene confianza en sí. Pero alguien que tiene incertidumbre, todos sus huesos van a temblar, toda su fe va a tambalear. Es por eso que en vez de temer a algo, hay que afrontarlo, pero no en un espíritu de desafío o de lucha, sino en el sentido de comprenderlo y con ello saber cómo actuar.

Si, por ejemplo, esa energía va a provocar una sacudida en los hábitos, pues bien afróntenla cambiando vuestros hábitos. Pero la gente, en vez de comprender y actuar, en vez de subirse sobre la energía y surfearla como si fuera una ola, tienen miedo y se paralizan en sus costumbres haciendo que la energía los golpee como un tsunami.

Pastor (maestro de sabiduría, 11-09-86)