domingo, 22 de julio de 2012

EL KARMA EN LA VIDA HUMANA


Karma a nivel individual, a nivel de los seres humanos, es principalmente un medio de instrucción, una guía para su evolución. No es una espada de Damocles colocada en la cabeza del hombre para castigarlo en cuanto haya hecho algo malo. ¡No! La Naturaleza es el maestro más cercano del hombre y lo que este hace se registra en la memoria de la naturaleza, luego, en algún momento, la naturaleza confronta al hombre con sus actos.

El lugar donde todo esto se pasa no es en una zona distante en los cielos, sino en cada célula del hombre. Dado que su cuerpo físico es un elemento de la naturaleza, cuando genera un pensamiento bueno o malo, cuando hace un acto bueno o malo, este se registra, se codifica en sus células. Lo que hace que el hombre cargue su karma en su propio cuerpo. Y así, algunas personas que han vivido mal en esta vida o en vidas pasadas, miren como están devastadas. Todo su cuerpo reciente el peso del karma, con problemas psicológicos, de vicio, o de enfermedad.




Por lo tanto, se requiere purificar hasta en lo profundo de las células, la frecuencia vibratoria. Mientras que no tengan un cuerpo sano, no se puede esperar evolucionar. ¡Es imposible! Porque hay confrontación. El código karmico es registrado primero en la célula física, luego es enviado al chakra, generalmente al plexo solar puesto que ahí se encuentra la memoria presente y pasada de la persona. Luego se distribuye de acuerdo con la naturaleza del problema en el chakra que corresponde al área del problema.

Por esta razón, dependiendo de la enfermedad que tienen, se puede determinar de inmediato qué tipo de problema karmico cargan. Todo encuentra a continuación su lugar. Si el asunto puede ser experimentado, ser de alguna manera purgado y beneficiarse evolutivamente la persona por esa experiencia en ese instante, entonces la aplicación del karma es inmediata.

En cambio, si la persona todavía no puede entender la lección, porque todavía no tiene la madurez suficiente para hacerlo, entonces el karma queda guardado en la memoria de las Skandhas para darle un mejor uso en el futuro. Y aunque muera la persona, este registro en las Skandhas persiste. Cuando el individuo reencarna, la memoria recupera su actividad, redistribuye esta actividad a los chakras y el código vibratorio de las células que tenía en la vida anterior. Y así, de reencarnación en reencarnación, la gente perpetúa los mismos problemas, encuentra las mismas enfermedades, encuentra la mismas desgracias, de hecho, las mismas oportunidades para evolucionar.

El karma es por lo tanto un asunto de enseñanza y de memoria que actúa tanto a corto como a largo plazo dependiendo de la utilidad, porque dado que es educativo, no va a hacer pagar inmediatamente al individuo algo malo que hizo (como lo desearía la justicia humana) si posponiéndolo puede ser más instructivo para el individuo. La Naturaleza considera principalmente el avance evolutivo de la persona y es en eso que hay justicia, no en el castigo. Entonces, el Ángel del karma sabe en cuántas vidas debe distribuir el karma.

Si por ejemplo, una persona merece tener una discapacidad, pero que no es lo suficientemente madura y solida para comprender y crecer a partir de esta experiencia, el Ángel del karma suspende durante un cierto tiempo el karma, deja a la persona reencarnar libremente de manera a que desarrolle algunos puntos de entendimiento y cuando la persona esté lo suficientemente desarrollada, en donde tiene la oportunidad de comprender, entonces el karma se le regresa. Pero hay más karmas inmediatos que karmas de largo plazo, porque los karmas que son aplazados, deben corresponder a los karmas de otros individuos y de otras naciones.

Los hombres se generan muchos pequeños karmas que no tienen nada que ver con un karma más colectivo. Karma con otras personas, ya sean miembros de la familia, compañeros de trabajo, o karma con la naturaleza. Entonces, los pequeños karmas que solo involucran al hombre el mismo, se experimentan inmediatamente, prácticamente el mismo día. Corresponde al hombre de comprenderlos o no. Los otros pueden ser diferidos.

Desafortunadamente, cuando se habla sobre el karma, el hombre imagina fatalidades ya sean buenas o malas, debido a que ante algo inquebrantable, forzosamente hay una noción de fatalidad. Pero NO quiero que el hombre se doblegue bajo este concepto, porque ¡El hombre es libre! No que vaya a encontrar la manera de esquivar su karma. ¡Eso NO es posible! Sino porque el hombre estando libre, puede actuar para liberarse de su karma.

En cambio, lo que los Maestros aborrecen y se esfuerzan por cambiar es la pereza humana, que mantienen los perezosos, los ignorantes y los aprovechados que bajo el pretexto de la fatalidad, no hacen ningún esfuerzo.

El hombre es libre en el sentido que puede hacerse responsable de sí mismo, mientras que los otros reinos de la naturaleza están dirigidos por la naturaleza. El hombre no y por lo tanto puede enfrentar su karma. No debe pasarse rezando para que el buen Dios le quite ese problema o le cumpla aquel deseo.

Un discípulo NO actúa de esa manera. Un discípulo se presenta ante Dios, se presenta ante el Maestro. Lo mira derecho a los ojos, cara a cara, la espalda recta, sin orgullo, pero sabiendo lo que es. Dialoga, pide consejos, se va y los lleva a cabo.



Pastor (maestro de sabiduría, 11-09-86)

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